viernes, agosto 01, 2014

Una Noche


Mientras estoy en la que solía ser nuestra cama, el viento arrecia fuera de la ventana, su sonido hace que levante la vista de ese, que solía ser tu libro favorito. El solo momento, hace que comience a pensar en la última vez que te vi y el recuerdo de tus ojos va quemando desde el corazón a la garganta, para salir en forma de lágrimas. Quisiera tanto verlos en este instante, quisiera tus brazos alrededor de mi cintura, acurrucándome junto a ti, y así no sentir este vacío gigante que dejaste aquí, en mi mundo.

Cada día trato de seguir adelante, de decirme que no volverás y que debo olvidarte, mi mente está consciente de ello, sin embargo, los fantasmas de las promesas hechas, me penan, me alientan a esperar un tal vez, un quizás.


Pero, ya no hay vuelta atrás, espero con todo mi corazón algún día encontrarte de nuevo en mi camino, aunque sea sólo para abrazarte; mientras apago la luz, me cubro de las sábanas que nos cobijaron y me envuelvo a mí misma en la oscuridad, que únicamente quiebra esa chispa de esperanza, esa que pide, me recuerdes aún.