Erase que se era una vez en un reino muy lejano de esta realidad, que existía una princesa llamada Astrito, que con el solo poder de su mente podía mover estrellas, planetas y hasta galaxias completas… su amplio vestido bordado de flores y brillos, dejaba a todo el que la miraba encantado (o psicopateado, según fuera el caso) Eso si, en este reino, hay que decirlo, existía una nueva clase de seres que la acompañaban a todos lados, así era que siempre estaba rodeada de lalas, psicóticos, niños perros, saboteadores, súper lauchas y care’tallas…
Definitivamente, no existe otra forma de empezar un escrito para Astrito… y es que hoy, en un ataque de nostalgia me puse a recordar… y entre tanto recuerdo desordenado (parte de una cabeza desordenada, pegada al cuerpo de una mujer mucho más desordenada) se escapó uno y salió corriendo a toda velocidad, lo seguí porfiadamente a través de toda mi habitación, hasta que en un salto magistral, digno de la Comaneci, lo atrapé.
Cuando al fin pude ver su interior, descubrí que mostraba imágenes de mi primer día de clases de la U… pero además de ver al profe que se parecía a Luciano Bello, dándoselas de genial, la única imagen significativa era la de una niña flacucha, con los pantalones de buzo al revés y tomando cerveza en los pastos quemados que rodeaban la Facultad de Sociales.
Entusiasmada por la imagen que había refrescado en mi mente, me dispuse a buscar las otras, así fue que encontré a Astrito vestida de animé, con metros y metros de una cinta negra finísima en el pelo, la vi disfrazada de la “momia viviente” para el video de Discapacidad, nos vi cantando a todo pulmón “Yo nunca vi televisión” por la Diagonal, bajo las lluvias de agosto, nos vi solas haciendo el trabajo de seis en epistemología, divise de una pasada su cara de “Reset” de la primera disertación de “Fundamentos”.
Recordé con cariño los “Ciclos de Animé” y tu manía con querer parecerte a Yukino, para tener a tu Arima… las tardes escuchando “El Portal del Web” en la “Frittanga House”… los panqueques “tomoyines” de la clase de Administración… las películas rascas de las “Tardes de Cine” con la entrada a $150 en el Plato… ver a Barney cantar “Todos, somos especiales de alguna maneraaa” mientras comíamos pan con huevo y estudiábamos para el certamen de Psicología con la Nazar.
Querida amiga, desde el primer día de clases… hasta la titulación… siempre ahí… que más puedo decir, me salvaste de hartas, me ayudaste, escuchaste tantas tonteras. Hicimos tantas otras, cada una más imbécil que la anterior. Pero la pasamos bien y nos reímos por montón…
Me alegro de haberte conocido.
1 comentario:
Bueno...
...es un resumen...
Muchas cosas me han pasado, y muchas cosas nos han pasado. Son tantos los recuerdos (buenos y malos) que es difícil poder escribir una historia, y en el caso de ella sería muy larga, pero nos reiríamos mucho.
Nunca pensé que seríamos tan buenas amigas (creo...no broma), nos hablamos desde el primer día, fue química.
Me acuerdo cuando me invitaste para tu casa, cuando vivías en Rozas (a propósito el otro día para tu titulación, me baje en Rozas con Lincoyan, y me acorde cuando iba para tu casa), me dijiste que no te atrevías a invitar a nadie y de hecho yo era la primera, fue lindo que confiaras de mi de una ^^.
Bueno desde el primer día te topaste conmigo, una tipa muy rara (muy chiflada), que estaba locamente enamorada de un tipo que es psicólogo…me acuerdo cuando me arrastraron tu y la pollo en el foro, y justo venia Lalo, “la media vergüenza”, “el medio escándalo”.
También me acuerdo cuando me salvaste de ser cuasiviolada por un tipo, yo andaba muy borracha y no sabía para donde iba…
…de los jueves de anime me acuerdo, y de mis cánticos en los ciclos donde me miraban con cara de “no tienes vergüenza, por favor callate”…
…recuerdo que varias veces fuimos con tu papá a tomarnos un cafecito en el Haití y de una vez que nos compro el medio completo en el Pipon…
…no se si tienes la goma que te regale, una en forma de frutillita, yo guardo tu cofrecito, ese chiquitito que me regalaste…
…se que recuerdas mi cara de susto o espanto, cuando llegue a la sala 7 del plato pensando que no estabas (ese día la profe de psicología no llego) y te conté que “cara de talla” me había raptado y por suerte me libre de él…
…cuando íbamos caminando a fines del 2003 a la altura de la Pinacoteca y se apareció el Hugo y me dijo algo muy esquizo (uuuuuuuuuy que miedo… y pensar que el tipo me quería matar)…
…las veces que se me salía lo “agüayte” y le gritaba a la gente de loma a loma…
…lo de “mamurri”…
…cuando me quede sin casa y me acogiste en la tuya…
…los carretes con Cristian…
…el carrete en la casa de Lázaro…
…y bueno muchas cosas más…
Gracias por ser mi amiga, la estancia en la U fue más llevadera contigo a mi lado, yo te debo muchoooooo, no sabes cuanto te debo, y sabes no me importa mucho lo que opina la gente de mi, me importa lo que tu pienses de mi y bueno tu me conoces algo (espero).
Un abrazo enorme Jacque y eso.
Muchas Gracias!!
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