Quizás ambas… quizás ninguna… y es que perder a mi pequeña Matilda… soportar el llanto, el dolor de mi padre… tener a una madre desesperada entre mis brazos… tratar de disfrazar… de esconder lo que siento para lograr la sonrisa ajena… no es fácil... siento que con esta pérdida, me he perdido un poco más en mi misma…
El llanto quema en mis ojos y no hay un abrazo que logre que esto deje de doler… que la ausencia eterna, se haga menos dolorosa… el agujero en mi corazón no dejará de arder… pero debo ser fuerte, como en tantas ocasiones me ha tocado, para lograr que el resto este bien… tengo que lograr que esa paz vuelva a la familia, antes de marcharme… antes de que mis alas se desplieguen, para decir “¡Adiós!”… necesito irme tranquila…
Esta situación, probará una vez más mi fortaleza… probará que todos estos años de esfuerzo sirvieron de algo… que sirvo de algo más en esta vida que, una intachable imagen… esa imagen que tanto me adjudican de “perfecta hija”, “perfecta amiga”, “perfecta persona”… que no soy… porque soy humana… porque tengo defectos deleznables, porque muchas veces soy lo que nadie espera… porque soy un desorden en mi misma…
Para variar, la responsabilidad cae en mis hombros… en estos momentos debo dejar mis problemas, mis enredos, mis odios, mis amores, mis debilidades de lado, debo lograr la “Alegría del Hogar”…
1 comentario:
ESe comentario?? NEXT!!!!
Ke ondis?!?!!
Y el tiempo!?!?! jajaja!!!
puchis mi niña...arriba el ánimo ke too tiene un sentido en la vida y un porke.
A lo mejor en este minuto no lo entiendas, pero mas adelante kizás si.
Besos....
Y nos estamos viendo
°°°YaYa°°°
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