WAY OUT
(Buscando arrancar del dolor)

Estoy tirada en mi cama, los ojos fijos en un punto del techo que no puedo precisar, los párpados no se mueven, tienen miedo de no poder abrirse nuevamente.

A pesar de la posición en que mi cuerpo se encuentra, la mente continúa trabajando con toda intensidad, recorro ese periodo infantil, aquel mismo que fue truncado de manera abrupta… sigo caminando a través del bosque de recuerdos, llego a la adolescencia, áspera y suave a la vez, tantas risas, tantos llantos… en mi mente alguien sonríe

– Siempre has sido una llorona de primera – me dice una voz, mi voz… el cuerpo continúa inerte…

- ¿Continuamos? – pregunta… “Si” contesto… llego a esta etapa… ¿Cómo la llamaremos?... no sé donde estoy… comienza el remolino de interrogantes…

De pronto siento el sonido de la música que se acerca a mis oídos, de cierta manera me refresca… son notas que pasan a través de mi cerebro dejando en su paso una sensación de ligereza, de limpio frescor, quitando de mi mente, parte de todos estos pensamientos pesados y añejos como troncos derribados de árboles milenarios, que forman una hoguera en mi interior, que no saben como salir, como manifestarse…

Quiero encontrar una forma de que esto no me dañe, de sobrevivir a estas oleadas de sentimientos que se apoderan de mí y que no me dejan respirar, que congelan mi cuerpo, que hieren...