domingo, agosto 09, 2015

Claridad...


Desde hace mucho te esperaba… llegaste  y no dude en lanzarme al vacío, sin temor, sin tapujos, sin caretas, ni recuerdos. Te conté mi verdad, desvele mis más oscuros secretos, tratándo de que todo fuera limpio y diáfano. Quise llenar mi alma con tu sonrisa, con nuestras locuras y pasión. Y resultó!!

Viví un tiempo hermoso, lleno de felicidad, creyendo que el cielo había respondido a mis plegarias… hasta que nos alcanzó el pasado y todo se transformó en pesadilla… ya no había un tú y yo, no había nosotros… sólo quedó la soledad de mi cama gigante, tu perfume rondando mi lugar, miles de “te quiero” atrapados en mi garganta. Sin siquiera la esperanza de un quizás.

Lloré… lloré por lo injusto que pensaba que había sido todo, porque otra vez había entregado en mano el corazón, sólo para ser rechazada nuevamente. Lloré hasta que las lágrimas limpiaron el cristal de mi alma.

Hoy, veo las cosas con claridad, me queda la gratitud de saber que aún puedo sentir, que mi amor es eterno, que mi corazón roto, tiene la posibilidad de repararse, que aún en las peores condiciones aún sabe amar, que a pesar de todo no he aprendido a odiar.

Creo que sólo me resta decir, “Se muy feliz amor mío de mi…”

sábado, diciembre 13, 2014

¿Qué es querer? (extraído de Chobits)

Y... 

... he encontrado a esa persona. 
Pero ese es el comienzo de algo más doloroso. 
Es doloroso estar con alguien sabiendo que no puedes hacer nada por él. 
Ver que esa persona sufre es muy doloroso... 
Por eso me aparté de esa persona. 
Porque le quiero, por eso me aparté. 

Pero... 
...no poder ver a esa persona es aún más doloroso. 
No poder estar con esa persona es muy doloroso. 
Porque le quiero... por eso me aparté.

-¿Le quieres pero te apartas de él? 

-Lo hago por la felicidad de esa persona... 
-Felicidad... ¿Qué es eso? 
-La felicidad... es...


I-----------------I
 -¿Esta es tu felicidad? 
-¿Mi felicidad está aquí? Mi felicidad es estar con esa persona. Aunque sea doloroso... aunque mi corazón se resienta... 
-Exacto... 
-Le he encontrado. LA FELICIDAD

martes, noviembre 18, 2014

No me dejes Sola...



Era un día caluroso, su corazón latía deprisa, como hacía mucho tiempo no lo sentía. La desesperanza se mezclaba a ratos con la seguridad de que él cumpliría su palabra. Ella, había cultivado la frialdad como escudo, desde hacía un tiempo. Según sus palabras “sin expectativas, no hay sentimiento de pérdida”. Sin embargo, en esta ocasión, quería creer, quería verlo.

Cuando por fin llegó, su corazón imitó a la perfección el aleteo del colibrí; la mente en blanco, las mejillas sonrosadas y la sonrisa casi olvidada, afloró con dolorosa rapidez.

♫ I have died every day, waiting for you ♫ Canturreó la melodía en sus oídos. Pero, ya no escuchaba, su mirada estaba fija en él. Estiró su mano, para rozar la piel anhelada. Sintió un escalofrío que la recorrió entera. Sensaciones guardadas, reflotaron.

Viniste” dijo, sorprendido. Ella sólo sonrió, y movió afirmativamente la cabeza. Era como si se le hubiera negado el habla, quería llorar.

Caminaron de la mano, hasta que llegaron a la penumbra de un lugar, hablaron, se acariciaron y era sorprendente que el sentimiento fuera el mismo de tanto tiempo atrás, ella lo amaba, no lo podía negar. 

"No me dejes Sola", le dijo ella, mirándolo a los ojos. "Por favor, no me dejes sola." Y lo abrazó, intentando hacer perdurar el momento.

Él sólo respondió "En eso quedamos." Y la esperanza renació.

lunes, octubre 27, 2014

Un Simple Día...

Quisiera que mis días fueran normales, con sus altos, sus bajos, molestias y risas…
Pero no lo son, mi problema empieza, cuando al abrir los ojos, noto la cama desordenada, con las sábanas hechas un nudo de tanto dar vueltas en ellas, tratando de encontrar a ese alguien que hace mucho dejo su huella en este lugar. Trago esa sensación y abro las cortinas, mirando de reojo a la lejanía, esperando una señal… no está.
Al salir de la habitación, preparo un desayuno para uno, quedando un tazón en espera de ser utilizado… pretendo que no existe y enciendo la televisión para que se escuche un sonido, más allá de mi respiración.
Ducha, trabajo, los mejores momentos, en que mi mente se distrae casi completamente de los recuerdos.

El problema vuelve, cuando camino hacia mi hogar, con ingenua esperanza miro a las ventanas, esperando ver en ellas una luz encendida, pero no es así. Subo las escaleras, abro los seguros y encuentro que la oscuridad reina, las cosas en el mismo lugar que las dejé. Cierro las cortinas, no sin antes otear la entrada. Nada.
Vuelvo a encender el televisor, un té, una galleta… silencio absoluto, ha terminado el día y ha llegado la temible hora de ir a dormir, de ir a buscarte.

Buenas noches amor, te seguiré viendo en mis sueños.

viernes, agosto 01, 2014

Una Noche


Mientras estoy en la que solía ser nuestra cama, el viento arrecia fuera de la ventana, su sonido hace que levante la vista de ese, que solía ser tu libro favorito. El solo momento, hace que comience a pensar en la última vez que te vi y el recuerdo de tus ojos va quemando desde el corazón a la garganta, para salir en forma de lágrimas. Quisiera tanto verlos en este instante, quisiera tus brazos alrededor de mi cintura, acurrucándome junto a ti, y así no sentir este vacío gigante que dejaste aquí, en mi mundo.

Cada día trato de seguir adelante, de decirme que no volverás y que debo olvidarte, mi mente está consciente de ello, sin embargo, los fantasmas de las promesas hechas, me penan, me alientan a esperar un tal vez, un quizás.


Pero, ya no hay vuelta atrás, espero con todo mi corazón algún día encontrarte de nuevo en mi camino, aunque sea sólo para abrazarte; mientras apago la luz, me cubro de las sábanas que nos cobijaron y me envuelvo a mí misma en la oscuridad, que únicamente quiebra esa chispa de esperanza, esa que pide, me recuerdes aún.

lunes, junio 09, 2014

Bum Bum



Pensé que mi corazón había dejado de latir, creí que todo era asunto superado, que podría hablar de ti, sin que se formara este molesto nudo en la garganta, que me llena de lágrimas los ojos, nublando mi mundo. Pero hoy te vi, y el mismo “bum bum” de siempre, la anticipación a una alegría que ya no existe, removió mi cuerpo cansado.

Fue tan triste estar de frente a ti, sabiendo que ya no podría abrazarte, queriendo hacerlo. Quería  retenerte a mi lado por siempre, obligarte a cumplir las promesas rotas, que pedacito a pedacito rearmaras la persona que fui… que este zombie que soy hoy en día, desapareciera.


Sin embargo, nada es así… el “bum bum” se fue, cuando partiste de mi lado y todo se tornó hielo otra vez.

martes, octubre 20, 2009

En Otros Brazos


El calor que había entre nosotros se fue apagando poco a poco. Aquellos hermosos sentimientos que una vez me inundaron, ahora me ahogaban, no sabía cómo reaccionar ante el frio glacial que nacía de tus ojos cuando te miraba. Cada noche lejos de ti, cada día sin una llamada… cada momento que quise compartir contigo y que rechazaste poniendo una barrera tan alta, que me hacía sentir torpe, pensando en que había hecho para que cambiaras tanto, para que ya no quisieras sentir lo que yo sentía.

Así, en el vacío que experimentaba, te busqué… te extrañaba tanto, necesitaba tanto de tu calor… y llegó él, me abrazó, me acarició, besó mis labios, pero el hielo no desapareció… traté nuevamente de encontrarte en él… cubrió mi piel con sus sentimientos… lo besé y pensé en ti, algo parecido a esa sensación conocida llegó a mí, no era lo mismo, pero ya no me sentía tan sola.

Tu ausencia se prolongó y la presencia de él aumentó, llegando a distraerme del dolor que se anidaba en medio de mi alma… me hizo olvidar por un tiempo aquellas imágenes de los momentos que disfrutábamos los dos… cruzar la calle corriendo… riendo... tomados de la mano, hacerte cosquillas, acariciar tu cara. Poco a poco parecían desvanecerse como la niebla bajo el sol.

Abrazados bajo la fría noche, mi alma se distraía de tu recuerdo. Enredando mis dedos en su pelo, trataba inconscientemente de amoldarlo a tu forma… él reía sin saber lo que en verdad sentía… lo que buscaba. De pronto, sólo una palabra… mi nombre en tus labios. Mi corazón dio un vuelco, te miré directamente a los ojos a través de las lágrimas que brotaron enseguida, en una mezcla de dolor y alegría. Mi corazón aleteaba y él lo notó… a pesar de todo tomó mi mano con fuerza, sin dejarme apartarla de su lado. Mi cuerpo luchaba por mantenerse en ese lugar.

Te acercaste lentamente, midiendo cada paso, te sentaste a mi lado en aquella pequeña banca de piedra, fría, dura como tu fachada. Le pediste amablemente a él un momento a solas conmigo. Él me miró… yo no respondí, mis ojos miraban el suelo, mis zapatos, todo, nada, tratando de calmar a esa parte de mí, que quería pasar los brazos alrededor de tu cuello. En un momento se percató de todo lo que no había notado en mucho tiempo… mi tristeza, sus deseos de que todo funcionara bien. Sólo dijo adiós y yo no pude detenerlo. No me atreví.

Mi cuerpo temblaba al sentirte cerca una vez más. Sin atreverme a mover un musculo. Me tomaste de los brazos… sentía tu mirada fija en mí, pero mis ojos continuaban mirando el suelo. Me hablaste y no podía responderte… gritaste a mi rostro “¡Mírame a los ojos y dime que no sientes nada por mi!”… con esfuerzo modulé, sin poder mirarte… no quería mirarte… “Sabes que no lo puedo hacer… te estaría mintiendo… pero ya no puedes ser parte de mi vida… me haces daño.”

Continuaste mirándome por lo que pareció ser una eternidad… tu respiración entrecortada, me hacía querer abrazarte, como antes, cuando mis manos pasaban a través de tu pelo y besaba tu frente en busca de tu consuelo.

Tus manos iban aflojando el contacto con mi cuerpo, separándose nuevamente de mí. Y lo entendí. El pasado no volvería… porque ya no existía. Yo no era la misma, mi alma se rompió y los trozos de ella podían hacerte daño en esta ocasión.

Terminé de separarme de ti. Pasé mi mano por tu pelo… tu rostro resquebrajado en la duda… besé tu frente… y al fin, después de
meses… sonreí…