No me creas cuando te sonrío mientras hablas… no te escucho, no te veo, no me interesan tus miles de cosas que realmente encuentro sosas. Solo sonrío porque me gusta sentir como al hablar se va tranquilizando tu alma.
No creas que al decirte te amo, lo digo porque lo siento… salen solas las palabras para verte ser feliz por un momento. Porque me alegras con tu sonrisa.
Si decides marcharte, no pienses que te voy a detener. Al fin y al cabo, quizás sea lo mejor… me darás el tiempo suficiente para cambiar los aspectos que no te gustan de mi.
Como ves, soy egoísta, te utilizo, utilizo tu amor, tu alegría, tu sonrisa, para convertirlas en parte mía… en mi propia felicidad.